17 de febrero de 2015

Gatopardismo y el aspirante a nuevo ‘Rey’ de la comarca

Por: Yeilor Rafael Espinel Torres
Politólogo Universidad Nacional
Comunicaciones PDA-Cundinamarca

En Cundinamarca, algunos políticos de nuevo cuño y otros de vieja estirpe, por supuesto la gran mayoría agremiados en la Unidad Nacional Santista y el Centro Democrático Uribista, predican por estos días con renovado fervor, la vieja máxima gatopardista de que ojalá en las elecciones de este año ‘todo cambie para que todo siga igual’.

Los cundinamarqueses no aguantan más de lo mismo y menos de aquellos como Jorge Rey que representan el continuismo neoliberal y clientelar de Pablo Ardila, Andrés González y Álvaro Cruz, todos de comprobada raigambre uribosantista con un legado desastroso. Veamos por qué:

El departamento está conformado por 116 municipios y según el Dane (2011) es el tercero con mayor crecimiento poblacional: 2.5 millones de habitantes, de los cuales el 43% residen en el sector rural; su producción representa el 5 % del PIB  y a nivel nacional, es considerado el sexto centro de desarrollo económico y su gobernación cuenta con un presupuesto general de casi 2,3 billones de pesos. En materia ambiental es uno de los principales en recursos naturales, hídricos y mineros del país. Pese a todo esto, la situación económica y social de la mayoría de sus ciudadanos es precaria.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 7.8% de la población se encuentra en condición de indigencia; el 25,26% está en la pobreza y el 9,4% están desempleados.  Por otra parte, del total de ocupados (1.285.824 hab.) el 64,7% se desempeña en el trabajo informal (Min. Trabajo, 2012). Por si fuera poco, en materia de deuda pública, según la Secretaria de Hacienda, el año 2013 cerró con un saldo de $ 434 millones, de los cuales, el 93% del total corresponden a deuda interna y el 7% a deuda externa. Los acreedores internos son instituciones bancarias privadas, organismos multilaterales de crédito y diversos tenedores de bonos. Por su parte, la deuda externa está, casi en su totalidad, contraída con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En materia de desplazamiento forzado, durante los últimos 20 años, ha pasado de ser expulsor de población a ser receptor, como es el caso del municipio de Soacha. En términos educativos la cosa no podría ser más lamentable, de 243.882 jóvenes entre 17 y 21 años sólo el 23% accedió a la educación superior en el año 2013 (MEN-SNIES). Pero, ¿Qué responsabilidad tienen aquellos ex gobernadores frente a este panorama? Miremos un breve perfil de los antecesores del aspirante a nuevo ‘Rey’ de la comarca.

Pablo Ardila, liberal y ferviente promotor de las políticas del expresidente Uribe y su ex ministro de defensa Juan Manuel Santos, se destacó por sus excentricidades, sus presuntos nexos con grupos ilegales y las supuestas irregularidades en la adjudicación y seguimiento de contratos. En especial en el caso de un embalse en Subachoque, proyecto que al final de su administración y  luego de múltiples e inexplicables retrasos y sobrecostos no estuvo terminado. Obra valorada en 5.660 millones de pesos y que debía ejecutarse en un año. Embalse que habrían agradecido, quienes no tuvieron más remedio que ver con impotencia, como  nadaban sus enseres y pertenencias en las aguas que cubrieron los territorios de la sabana occidente y norte durante el invierno de 2011.

Siguiendo con la tradición, el tres veces gobernador Andrés González y ex concejal de La Vega, hoy embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), brilló por su ineficacia ante la mencionada crisis invernal de 2011; además de ser protagonista de señalamientos como presunto receptor de dineros de DMG para su campaña y por ser el más eficiente y eficaz impulsor de las privatizaciones, la especulación y el capital financiero.

En materia de privatizaciones se destaca lo aprobado por él en su Decreto 00180 de 2008 donde se determinó la implementación del Plan Departamental de Aguas y se comprometieron de manera irresponsable las vigencias presupuestales futuras de muchos municipios (recursos públicos) para la creación de una empresa de aguas con características privadas (sociedad por acciones) y administrada por gestores particulares, hoy operada por Empresas Públicas de Cundinamarca S.A. ESP constituida con el concurso y recursos de 108 municipios. Creada extrañamente, tres meses antes de ser sancionado dicho decreto.

De más reciente recordación pero de vieja data aparece Álvaro Cruz, ex concejal de San Juan de Río Seco, dos veces gobernador y secretario de obras de Andrés González en 1998. Es recordado por su participación en 2001 del cierre de los históricos colegios Femenino y Silveria Espinosa y los conflictos de intereses por su  supuesta vinculación con ICM Ingenieros S.A., empresa que ejecutó un controvertido contrato de pavimentación en Bogotá, como lo denunció en su momento el periodista Daniel Coronel para la revista Semana.

Para continuar con la tradición, este año es el turno para un nuevo y lampedusiano heredero. Jorge Emilio Rey Ángel, joven ‘gatopardo’ que luego de ser electo el año pasado como Representante a la Cámara y a pocos meses de posesionarse, renunció para aspirar según él, desinteresadamente a la Gobernación. El nuevo aspirante a la ‘corona’, ex alcalde de Funza y ex Director del Instituto de Acción Comunal en la administración de Álvaro Cruz, cercano al actual vicepresidente y superministro de la infraestructura Germán Vargas Lleras y de frenética carrera política, lo presentan como el joven renovador de la vieja casa Ardila-González-Cruz.

'El nido del cóndor', como se traduce del quechua ancestral, ha sido gobernado siempre por los mismos ‘reyes’ casi de manera monárquica. No solo por los que llegan y repiten, sino por la forma como manipulan a su electorado escondiéndose detrás de un aire de renovación y aparentes ‘buenas intenciones’.

El 2015 le exigirá a los Cundinamarqueses y a los sectores políticos democráticos e independientes mayor criterio a la hora de ir a las urnas y en especial a la hora de escoger un Gobernador. En lo que concierne al Polo Democrático Alternativo, su participación en esta contienda y en su IV Congreso Nacional, será histórica. Los polistas tendremos la tarea de resguardar su carácter de oposición al gobierno Santos. Conservar su rumbo le permitirá al POLO, en medio de tanto gatopardo y oportunista, encabezar la más grande convergencia política y electoral que le permita avanzar. En síntesis, la fortaleza del POLO es su independencia frente a Santos y Uribe.

Finalmente, recuerden que la lógica de votar por ‘descarte’, por el ‘menos malo’ o por miedo, es la vieja trampa de ponernos a escoger entre dos males del mismo origen  y que ésta ha sido la herramienta del gatopardismo uribosantista en Colombia para que ‘todo siga igual’. Pregunto, ¿Luego Ardila, Sánchez, Cruz y Rey (Vargas Lleras), de una forma u otra, no fueron o han sido uribosantistas? Visto así, en las filas de la Unidad Nacional y el Centro Democrático solo hay continuismo. Año nuevo, cuentos viejos.

Cundinamarca, febrero 14 de 2015

10 de junio de 2014

Votemos en blanco y sigamos en la oposición

Por: Yeilor Rafael Espinel Torres
Politólogo Universidad Nacional
Comunicaciones PDA-Cundinamarca

A pesar de lo antidemocrático y manipulador que ha sido el matoneo contra el POLO por su decisión unánime y autónoma de permitirle a sus militantes y seguidores decidir por quién votar, en blanco o abstenerse y su firme propósito de mantenerse en la oposición sin importar quien gane, mi decisión es la de votar en blanco en la segunda vuelta presidencial. No voté en blanco en las elecciones de marzo porque en ese momento sí había por quién votar, pero hoy la historia es otra.

A pesar de que digan que el voto en blanco no tiene efectos jurídicos, si tiene un peso político y hay que hacerlo valer. Un presidente elegido con baja votación y un abultado voto en blanco es un gobierno débil e ilegítimo. Es por eso que los invito a votar en blanco el próximo 15 de junio y a continuar en la oposición. Ni por ‘descarte’ -lógica del ‘menos malo’-, ni por miedo, ni mucho menos por oportunismo debemos votar por Juan Manuel Santos u Óscar Iván Zuluaga. Entre otras, porque los que votamos en primera vuelta por el programa del Polo Democrático Alternativo adquirimos un compromiso con la oposición, ya que la propuesta es diametralmente opuesta a la de los demás. Actuar en consecuencia es un asunto de coherencia, principios y sobre todo de visión política de país, a corto, mediano y largo plazo.

La confusión ingenua e involuntaria de algunos y la desinformación y tergiversación deliberada de otros, frente a este tema en medios de comunicación y redes sociales está llegando a un paroxismo sin precendentes, todo por cuenta de la utilización maniquea y electorera de la paz. No obstante, y en estos tiempos de redes sociales, trinos y hashtags lo cierto es que la expresión en redes sociales denominada #NiSantosNiZuluaga sintetiza el descontento de gran parte de los casi 2 millones de personas que votamos por el programa del POLO el pasado 25 de mayo, y nos impulsa a explicar que el #VotoEnBlancoSiTieneValor.

La lógica de votar por ‘descarte’, por el ‘menos malo’ o por miedo, es la vieja trampa de ponernos a escoger entre dos males del mismo origen. ¿No fue hace cuatro años cuando el cerco de aniquilamiento impuesto por la derecha nos quería hacer elegir la 'legalidad ilegítima' de Mockus para evitar los mal llamados 'falsos positivos' de Santos y su continuismo uribista? Así ha sido siempre a lo largo de nuestra historia neocolonial, nos dividen y nos ponen a elegir a nuestro mejor verdugo. A propósito de trampas, debo señalar que en términos de comunicación política hoy se promueve el miedo desde el marketing gubernamental, los equipos de campaña y los grandes medios, con el único propósito de confundir y reducir la capacidad crítica y analítica de la gente. Principalmente con el objetivo de engañar y estimular emociones negativas en los electores e inducirlos a la polarización y al voto reeleccionista.

Ahora se nos exige de manera agresiva, irrespetuosa e incluso violenta,  elegir la paz de Santos para evitar que gane la guerra de Zuluaga. ¡Hágame el favor! No nos metamos mentiras, ambos representan exactamente lo mismo y obedecen con ominosa servidumbre y rigor, pero con diferente estilo, los designios de la Casa Blanca. Digan lo que digan votar por Santos o Zuluaga implica exonerarlos de su responsabilidad en la debacle económica y social del país, y de paso hacerse cómplices de la misma. A nombre de la paz se pretende refrendar los TLC que quiebran la industra y el agro, las reformas tributarias regresivas que afectan cada vez más a las capas medias de la población, la megaminería antinacional y el deterioro ambiental, las reformas educativas nefastas, las privatizaciones, el desempleo y la pobreza, etc.

Que el apoyo al voto en blanco no se comprenda o se tergiverse como un rechazo a la posibilidad de paz o un apoyo a la guerra. No faltaba más. Al igual que el POLO nunca hemos respaldado ni justificado la lucha armada y siempre hemos estado por la paz y la solución política del conflicto armado en Colombia. Los argumentos que circulan para apoyar a uno u otro candidato no son razones suficientes para que a nombre de la paz (o la guerra) se nos obligue a refrendar y a legitimar la desigualdad y la pobreza en la que nos ha sumido esta partida uribosantista empeñada en la entrega del trabajo, la riqueza y el ahorro nacional al capital extranjero. La paz es un deber del Estado, sea quien sea su gobernante.

Además, ¿Luego Santos y Zuluaga no han representado el continuismo uribista y neoliberal entronizado por el consenso de Washington y César Gaviria desde el año 1991? Votar por Santos le significaría al POLO y sus seguidores entregar las banderas y renunciar a un futuro cercano como opción real de cambio. Por eso creo que acertó en su declaración del pasado 29 de mayo. Caer o prestarse en la lógica del 'descarte-miedo-oportunismo’ no deja nada bueno, miremos el futuro que les espera  a Mockus e incluso Gustavo Petro y otros 'garzones' más, luego de su repliegue al Santismo. ¿Qué credibilidad les podrá quedar?

Invito a hacer un análisis tranquilo y concienzudo de la situación. Los convoco a buscar serenidad y a no desfallecer, ni a perder el ánimo por lo adverso y a veces aplastante que pueda parecer el debate en la contienda política actual y veamos en los casi 2 millones de votos del POLO y los resultados de las recientes parlamentarias, un baluarte que se debe conservar y consolidar en las próximas elecciones locales y los próximos cuatro años. Lo que está en juego es el destino de la izquierda democrática, la autentica oposición y un futuro soberano para el país.

Incluso el éxito de la propuesta del POLO a nivel nacional y en Cundinamarca, proyecta un escenario propicio a corto y mediano plazo, para el fortalecimiento del mismo y la posibilidad de enfilar la Resistencia Civil en una gran convergencia nacional de cara a las justas luchas sociales que se avecinan (Renegociación de los TLC, educación, salud, agro, etc.). Movilizaciones que son por ahora la única respuesta a la profunda crisis económica y al desinterés de los últimos gobiernos. Si señores incluidos Santos y Uribe. Crisis económica que con seguridad plena ninguno de los dos candidatos resolverá en favor de la nación por más reelecciones que se les conceda.

Sería entonces una contradicción que por ‘descarte’, miedo u oportunismo, se acepte la invitación que hoy se nos hace desde los medios de comunicación, el oficialismo y algunos pocos sectores vacilantes. Votar por alguno de estos gemelos políticos sería un contrasentido frente a lo que ha propuesto el POLO para el país. Es el momento de poner a prueba y ratificar la coherencia y los principios. Es fácil refrendarlos en tiempos claros y tranquilos, lo realmente valioso y difícil es hacerlo en medio de la tempestad. Bien lo dice la canción “El material de los barcos y el alma de los partidos no se prueban en la calma sino en plena  tempestad”  (Versos de la canción El día le sigue a la noche de Carlos Riaño)


Cundinamarca, junio 8 de 2014